Nacemos, crecemos, formamos familias (nos reproducimos) y perecemos. Es el ciclo natural de la vida, y depende de muchos factores biológicos, geográficos, psico sociales e individuales. Pero, cuando se trata de una aeronave ¿cuáles son los factores que afecta su ciclo de vida o cuantos años puede llegar a operar?
Es una pregunta que muchos nos hacemos y cuya única respuesta es: DEPENDE.
Una aeronave es un conjunto de elementos y sistemas que conviven en el tiempo, que interactúan entre ellos para dar vida, junto a los grandes profesionales que las diseñan, las ponen en vuelo, las mantienen o las gestionan, a este hermoso mundo de la aviación, y a pesar de que se realice todo correctamente tampoco son eternas.
Resulta ciertamente difícil determinar con exactitud cuántos años podría operar y volar una aeronave, de forma segura, sin que se convierta en un riesgo potencial para los pasajeros y la tripulación. A pesar de ser elevados, los ciclos de vuelo o las millas recorridas no determinen de forma clara y contundente cuándo una aeronave debe abandonar la operación. Incluso algunas aeronaves como los B52 o C47 son los veteranos que llevan más de 40 y 50 años surcando los cielos y aún hay muchos que siguen operando de forma segura, especialmente en Latinoamérica, donde son de gran ayuda en zonas remotas y en ocasiones inaccesibles.
Pero, ¿De que manera se puede continuar operando una aeronave que ha estado volando de forma continuada durante décadas y conservarla en buen estado y con garantías de seguridad?
Son varias las claves o factores, según los expertos aeronáuticos, los que influyen, pero ningún otro como el cumplimiento riguroso y detallado en la frecuencia de las pautas de mantenimiento y preservación definidas inicialmente por el fabricante.
¿Cuándo? ¿cómo? y ¿cuantas veces habrá de inspeccionarse la aeronave? Dependerá de su fabricante, quien define un plan inicial de verificaciones basado en su conocimiento del modelo (toma más de 10 años definir, diseñar, fabricar y testear un nuevo modelo), los materiales usados en su fabricación (que pueden variar inmensamente) y la continua observación y seguimiento de las aeronaves operativas en cada momento (monitorización y mejoras). Luego el operador o aerolínea que vuele la aeronave podrá particularizar aún mejor esas pautas de mantenimiento en función de sus condiciones operacionales.
En ocasiones y bajo ciertas condiciones es posible extender la vida útil de una aeronaves o su estructura principal más allá del límite de vida segura por fatiga que ha establecido el fabricante. Será necesaria una adecuada evaluación estructural y su comportamiento en vuelo durante la vida operacional, teniendo en cuenta primero el espectro de carga y luego todas las variables y factores influyentes para determinar si es factible una extensión de la vida a la fatiga. Alternativamente, se puede someter la aeronave a un mantenimiento progresivo de inspección por seguridad, basado en un análisis de tolerancia al daño (DTA en inglés), en el que con una periodicidad X la misma es inspeccionada por fatiga en las zonas críticas predefinidas.
El segundo aspecto o factor clave es el económico. En la mayoría de los casos puede ser determinante en cuánto al tiempo que se mantiene operativa una aeronave.
Normalmente, con el paso de los años, el mantenimiento se hace más costos debido al incremento en la frecuencia de inspección (producto de los programas de corrosión y envejecimiento), los cambios de componentes y su disponibilidad, y el costo y la cantidad de combustible que necesita la aeronave para operar son algunos de los elementos que se toman en consideración para definir cuánto tiempo estará la misma en vuelo.
Los aviones de pasajeros pueden llegar a volar unos 25 años, para luego ser reconvertidos en aviones de carga y prolongar en algunos casos esa vida útil. Fabricantes como Boeing consideran que el concepto de vida útil, visto desde la perspectiva económica, está condicionado por parámetros contextuales como el modelo de negocio de la aerolínea, su planificación de flota, solidez financiera, el momento de adquisición, la zona geográfica y la condiciones de operación, entre otros.
Finalmente, debemos destacar que los aspectos de seguridad no son la razón principal para dar por finalizada la vida útil de una aeronave, sino que la misma viene dada por la obsolescencia tecnológica de algunos de sus sistemas, las mejoras en eficiencia del consumo de combustible o la modernización de las flotas, lo que, a mediano plazo, supone gran cantidad ahorro en el gasto operacional de cualquier aerolínea que quiera mantenerse en el mercado, especialmente si consideramos las condiciones actuales del sector tras la incursión de las aerolíneas de bajo costo.